Alabemos juntos a Dios que la paz del Señor llene sus corazones hoy y siempre. En medio de las pruebas, recuerden que Dios nunca abandona a los que le buscan con sinceridad. Que esta emisora sea un faro de esperanza, fe y amor para sus vidas. Sigamos firmes, confiando en que Aquel que comenzó la buena obra en nosotros la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús. ¡Bendiciones abundantes para cada uno de ustedes!